Pizarra de pensar

Últimamente estoy usando mucho la pizarra en en trabajo y la verdad es que le he pillado el gusto a pensar sobre ella. Pero en casa no tenía pizarra y se me ocurrió sacar provecho a las paredes. Para pizarra (vamos, pared con hueco para ponerse delante y escribir) no me quedaba ninguna entre cama, estantería, radiador y armario; las ventanas también quedaron descartadas porque están encima de la cama. Así que el único hueco que tenia eran las puertas del armario…bueno, solo una porque la otra tiene un plano de Madrid.

Una vez decidida la ubicación solo queda el cómo. El método es tremendamente simple (tanto que se me ocurrió a mi solo) Forrar la pared del armario cual si fuera un libro y pintar con rotuladores de pizarra. El forro simplemente tiene que ser de ese que se pega. El resultado es impecable:
Pensador pizarrero
Ahora uno puede pensar mas constructivamente, o simplemente perder el tiempo pintando «tontas tonterías» a su antojo (mas bien siempre es lo segundo)

Ahh!! y se borra sin problemas, con la mano, con bayetas o papel incluso tras varios días.